Ganadero de cuarta generación: Kayley Steadham
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El mundo natural es un lugar increíble y asombroso, lleno de belleza, maravillas y diversidad. Al mismo tiempo, nuestros estilos de vida, industrias y sociedades pueden dañar o degradar fácilmente lo que nos sustenta. Es vital que la próxima generación aprecie la tierra, la vida silvestre y el medio ambiente si esperamos preservarlos durante décadas, o incluso siglos.
Una forma de inculcar amor y respeto por la tierra es aprender de las lecciones de quienes la han cuidado durante generaciones. Como ganadero y agricultor de cuarta generación, he heredado el amor y la reverencia por la tierra y sus cualidades nutritivas a través de las tradiciones y valores de mi familia. Me esfuerzo por mostrar a mi hijo, sobrinas y sobrinos la importancia fundamental de generar respeto y amor por la tierra a una edad temprana, cómo la herencia puede moldear una visión de la tierra y las estrategias para inculcar este amor y respeto en la próxima generación.
Dependemos de la tierra para que nos proporcione recursos vitales, como alimentos y agua. Es fundamental preservar lo que tenemos para poder seguir recibiendo sus dones. Los seres humanos somos administradores de la tierra y debemos aprender a cuidarla.
La necesidad de respetar el medio ambiente no se aplica sólo a los recursos que utilizamos, sino también al espacio donde habitan la vida silvestre, las plantas y todo lo demás. El amor por la tierra comienza con la conciencia de que no somos los únicos que la ocupamos. La falta de preocupación por el impacto de nuestras acciones y decisiones en el medio ambiente podría tener consecuencias a largo plazo. Es fundamental que enseñemos a las generaciones más jóvenes cuál es su papel en la preservación de nuestro ecosistema.
Al vivir de la tierra, mi familia ha adquirido una comprensión íntima del delicado equilibrio de los recursos, las estaciones y la calidad del suelo necesarios para mantener un ecosistema saludable.
Al haberme criado en el sector agrícola, aprendí las tradiciones de mi familia sobre la importancia de cuidar la tierra. Mis bisabuelos, abuelos y padres cultivan heno, ganado y otros cultivos que les han permitido ganarse la vida. Sabían que debían respetar la tierra, ya que dependían en gran medida de sus recursos para ganarse la vida.
Al vivir de la tierra, mi familia ha adquirido un profundo conocimiento del delicado equilibrio de los recursos, las estaciones y la calidad del suelo necesarios para mantener un ecosistema saludable. Generación tras generación, hemos desarrollado un profundo respeto y amor por la tierra. A partir de mi experiencia, he aprendido a inculcar los mismos valores en las generaciones posteriores. No basta con decirles la importancia de la sostenibilidad, sino que hay que mostrarles cómo se aplica a su vida diaria y a quienes los rodean.
Además de criar a nuestros hijos en el rancho o la granja, una estrategia para inculcarles el amor por el medio ambiente es hacer que los niños participen en actividades al aire libre. Desde caminatas, pesca, caza o jardinería, las actividades al aire libre ofrecen una oportunidad increíble para que los niños se relacionen con la naturaleza y adquieran respeto por las diferentes formas de vida.
Los niños heredarán el medio ambiente que les dejamos, y lo que les dejemos dependerá de los conocimientos y las habilidades que les transmitamos. Como exploradores naturales, es nuestro trabajo enseñarles valores de respeto por la vida, la diversidad y la sostenibilidad que ayudarán a allanar el camino hacia un futuro más brillante y más verde.
El futuro de nuestro medio ambiente está en manos de la próxima generación. La preservación de los recursos naturales, la biodiversidad y los ecosistemas será prácticamente imposible sin el amor y el respeto de nuestros hijos por el medio ambiente. Inculcar el amor por la naturaleza en la próxima generación puede ser uno de los regalos más importantes que podemos ofrecerles. Estaré eternamente agradecida por haberme criado en nuestra hermosa tierra.
Kayley Steadham es una ganadera de cuarta generación. Es coordinadora de ventas de Twisted X y apareció en el anuncio de nuestra marca en 2022 junto con su hijo, Callahan.
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